La cadena de suministro, como sabemos, está formada por múltiples fases y procesos, todos ellos fundamentales para un correcto funcionamiento. La planificación de la demanda forma parte de estas gestiones. Aunque poco comentado, su importancia a la hora de revelar datos clave sobre la empresa sirve para que los negocios lo tengan siempre en el punto de mira.
Al fin y al cabo, entender la demanda del mercado o de un grupo concreto de población puede ayudarnos a prevenir muchos problemas y a gestionar aquellos que ya han ocurrido. Si una parte de nuestra empresa se encarga de entender los flujos de compra o demanda, podemos beneficiarnos de ello. No podemos olvidar que, si la subida o bajada de un producto es muy significativa, podemos llegar incluso a averiguar el estado de la economía mundial.
En la planificación de la demanda también son relevantes el ciclo de vida del producto y sus fases. Como ves, no podemos descuidar esta parte de la logística. Por eso hoy vamos a darte todas las claves y lo explicaremos de principio a fin.
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¿Qué es la planificación de la demanda?
Cuantos más datos futuros podamos obtener como empresa, más seguros serán todos nuestros movimientos y procesos. De eso mismo se encarga la planificación de la demanda. Busca estimar la demanda futura para ajustar la producción propia (tanto productos como servicios) de manera que ni sobre ni falte.
De ahí que su principal objetivo sea encontrar un equilibrio en el suministro. Es uno de los aspectos fundamentales para una buena logística. El stock con el que se quede la empresa no debería de tener exceso ni escasez, todo debería ir acorde a la demanda. Por eso es tan importante analizarla, a pesar de que el proceso puede ser muy complicado.
Te damos un consejo inicial: si quieres proponer una planificación efectiva, utiliza técnicas de previsión de la demanda que permitan pronosticar con precisión las tendencias futuras. Así se aumentará la eficiencia operativa de la empresa y, de paso, la satisfacción del cliente. Pero no nos adelantemos, que todavía quedan algunos puntos antes de explicar la relación con la logística de la empresa.
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¿Cuál es su importancia?
Como ya hemos comentado, este tipo de planificación forma parte esencial de la cadena de suministro de cualquier empresa. Su importancia radica en las dos funciones esenciales que cumple:
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- Protege las ventas y asegura que se alcancen los ingresos previstos: Hay una cosa que los negocios minoristas más temen, y es no llegar a vender todo el stock que poseen. Si a eso le sumamos el hecho de que los compradores actuales utilizan la falta de stock (si ocurre) para formarse una idea y no volver a comprar de la marca, el caldo de cultivo para un superávit dañino de stock si algo sale mal está servido. Una buena planificación de la demanda ayuda a garantizar que haya suficiente inventario, ni más ni menos. Así nos quitamos de encima un problema más y evitamos que falten productos, pero sigamos preparados para ventas.
- Gestiona los negocios de manera más eficiente: Es de sentido común entender que, a mayor gestión, mayor control. La planificación de la demanda fomenta la eficiencia porque hace un uso inteligente del espacio de inventario con el que contamos. Así, la empresa no necesita invertir en más espacio del necesario y evita riesgos asociados al exceso de stock (aumento de gastos de gestión).
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No podemos olvidar que, en el mundo de las finanzas, todo influye. Debemos tener en cuenta desde el clima, pasando por las tendencias económicas y acabando en las emergencias globales. Todos estos factores pueden redefinir la demanda, la planificación y la previsión. De ahí que su correcta gestión sea más importante que nunca.
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¿Qué se necesita para realizar una planificación de la demanda?
Ahora que ya sabemos la importancia de una buena planificación de la demanda, estamos seguros de que necesitas saber cómo aplicarla. Veámoslo por puntos para que quede más claro:
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La gestión del portafolio
Con ello nos referimos a los productos que se ofertan. Necesitamos saber cuánto y qué vendemos, entre otras métricas, para tener un conocimiento completo de los productos y sus ciclos de vida. Si intentásemos resumirlo, es lícito decir que tenemos que saber de todo, desde el desarrollo inicial hasta la desaparición del producto. Además, al considerar la interdependencia entre diferentes líneas de productos, esta gestión permite comprender cómo los cambios en la demanda pueden afectar a productos relacionados.
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La previsión estadística
Para este tipo de previsiones debemos basarnos en el principio de que el historial indica el rendimiento futuro. Con algoritmos complejos seríamos capaces de analizar datos históricos con los que desarrollar previsiones de la cadena de suministro. De todas formas, no es un método que recomendemos en todos los casos porque se necesitan datos muy precisos. El proceso, además, puede convertirse en un dolor de cabeza porque habría que tratar con valores atípicos y otras consideraciones.
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La detección de la demanda
Para ello tenemos que combinar datos actuales y novedosos (información meteorológica, tendencias de enfermedades…) con aquellos más históricos. De esta forma llegaríamos a poder identificar interrupciones e influencias en la demanda prácticamente en tiempo real. Sería necesario contar con algún tipo de inteligencia artificial que analizase y procesase muchos datos de manera eficiente.
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La gestión de promociones comerciales
En este apartado queremos mencionar especialmente al sector minorista porque suele promover la demanda con eventos como descuentos o regalos en tienda. El objetivo es asegurar que las promociones sean efectiva y generen resultados acordes a los objetivos del negocio.
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Planificación de la demanda y logística actual
Después de discutir los elementos clave de la planificación de la demanda y considerar qué se necesita para una previsión precisa, es crucial mirar hacia adelante y pensar en cómo aplicar estos conocimientos en la práctica. Aquí te ofrecemos algunas reflexiones finales que pueden ayudarte a mejorar tus estrategias de planificación y gestión de la demanda:
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La demanda histórica solo como guía
Antes hemos hablado de que estudiar la demanda pasada puede ayudarnos a generar más datos, pero solo eso. Lo importante siempre está en el presente, es decir, en los patrones recientes de demanda. Lo más recomendable es centrarse en las previsiones a los meses más recientes. Ten en cuenta que serán los que mejor reflejen la demanda futura inmediata.
De todas formas, si la demanda reciente es menos relevante, como en el caso de interrupciones en la cadena de suministro, puede ser necesario excluir ciertos periodos de tu proceso de planificación de la demanda.
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Cuidado con las clases de demanda
Con esto nos referimos al hecho de prever la demanda de la mayor parte de los productos que se ofrecen. Las clases de demanda tienen en cuenta el comportamiento de la demanda para agrupar los artículos que comparten características y generar así una previsión. Normalmente, suelen utilizarse las siguientes clases:
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- Frecuentes, normales y runners: Esta categoría engloba los artículos con demanda constante y un bajo nivel de volatilidad que permite anticipar la demanda con confianza.
- Poco frecuentes, irregulares y repetidores: En este caso se hace referencia a los productos con demanda regular la mayor parte de los meses. Sin embargo, también cuentan con un nivel de volatilidad ligeramente mayor. Este hecho se traduce en más incertidumbre.
- Lentos, esporádicos y extraños: La demanda en este caso es muy poco frecuente, porque son difíciles de planificar.
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Espera lo inesperado
Hasta ahora hemos comentado que hay varios tipos de demanda a tener en cuenta, pero también existen productos que no encajan en las demandas de las categorías. Algunos ejemplos podrían ser los artículos cuya demanda es de repente notablemente superior a lo previsto para el mes actual o aquellos que acaban de salir al mercado. En este segundo caso no contamos con datos ni información que nos aporten un historial de demanda confiable.
También puede ocurrir que un producto quede obsoleto o que las piezas que se necesitan para fabricarlo no existan más. Cuando aparecen estas situaciones, es fundamental tener flexibilidad y estar preparado para adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda. Recuerda que planificar es indispensable, pero viene siempre de la mano de la improvisación.
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